DESENCLAVO Y SANTO ENTIERRO
Ya por tarde, al caer el sol, se celebra en el mismo escenario de la iglesia el Desenclavo de Jesús. Poniéndose en la piel de los diferentes personajes, las gentes de Fisterra encarnan su papel. En el escenario podemos ver a Cristo colgado en la cruz y personajes bíblicos que estuvieron al lado de Jesús toda su vida y lo acompañan en su agonía. Personajes como Lázaro y sus hermanas, la viuda de Naím, Isabel; la hermana de María y como no, San Juan y San Pedro, Maria la madre, y Maria la Magdalena a los pies de la cruz. Se recrea la muerte con los personajes vivientes y los soldados romanos así como el descendimiento de Jesús con el Santo Sudario.
Esta representación data de la época medieval como uno de los actos primitivos que se representaba en Fisterra junto con la famosa representación del la Resurrección de Cristo el Domingo de Pascua. Gonzalo Montañés (2010) cree en la idea que fue una herencia medieval denominada Depositio y que las gentes de Fisterra ha sabido mantener hasta el día de hoy.
Se representa la muerte, el descendimiento realizado por personajes de carne y hueso. Al finalizar este acto se realiza un besa pies, donde todas las gente que quieran puedan besar el Cristo.
Seguidamente se procede a la procesión del Santo Entierro la más larga, emotiva y la que más gente atrae. Una gran procesión con enorme despliegue de imágenes y de personajes vivientes en el que participan los siguientes pasos: El Santo Sepulcro, LA Virgen de los Dolores, San Juan, La Verónicay la Santa Cruz.
A las 20.00h comienza la liturgia del día y seguidamente da comienzo el acto del Desenclavo de Jesús que culminará con la Procesión del Santo Entierro aceptada como una de las más arraigadas de la tradición fisterrana. Esta procesión comienza en la Iglesia Parroquial de Santa Maria de las Arenas recorriendo la Avda. Alcalde Fernández, Cabo Finisterre, Avda. de la Coruña, Santa Catalina, Real, Plaza de la Constitución, La Plaza, Ara-Solis, Avda. Alcalde Fernández y retirada en la Iglesia de Santa Maria de las Arenas bien entrada la madrugada.
Al finalizar el recorrido los personajes vivientes son los encargados de llevar el cadáver de Cristo al sepulcro de piedra ubicado en un campo al lado de la Iglesia Parroquial y que será custodiado por los soldados romanos hasta el Domingo de Resurrección.