Celanova y de una manera especial, la parroquia mira a la figura, a la persona de San Rosendo, que fundó el monasterio de San Salvador y dio nombre al pueblo que nace alrededor del mismo. Es un santo nuestro, cercano, y que con su vida es testimonio del Evangelio de Jesucristo. Su vida y su manera de actuar en la sociedad de su época marcó y marca huella.