Semana Santa
Comienza con la procesión por el pueblo desde la Iglesia de las Virtudes del Domingo de Ramos, que en los últimos años se ha revitalizado. Se han perdido los sermones preparatorios de la Pasión que se impartían el lunes, miércoles y viernes siguientes, por lo que hasta el Jueves Santo no tiene lugar la siguiente procesión: el Vía Crucis Marinero, que se celebra desde hace unos cincuenta años. Es la adaptación local de la Procesión del Silencio madrileña.
En la madrugada del Viernes Santo tiene lugar una de las tradiciones más arraigadas de Pontedeume: la Marcha del Paso.
El Paso
Fundamentalmente hay dos versiones: una, más sobria para clarinete, tambor, trompeta y bajo (monocorde), y otra -que es la que se toca en la actualidad- en la que tiene cabida un mayor número de instrumentos, como el violín y la guitarra. El origen de esta marcha fúnebre es incierto: desde proceder de la vecina Villa de Ares, o haber sido traída por un familiar de los Bellas del sur de España, hasta ser un fragmento de una obra de Brahms, son muchas las hipótesis que se barajan sin haberse esclarecido definitivamente el misterio.
Lo único cierto es que esta melodía triste y sentida se oye resonar en las calles de Pontedeume generación tras generación una sola noche cada año, hasta que en la Plaza Real tiene lugar otro de los momentos cumbre de la Semana Santa eumesa: El Encuentro.
El Encuentro
Al amanecer el Viernes Santo se congregan en la Plaza las imágenes de San Juan, La Verónica, Cristo y la Virgen de los Dolores, mientras de fondo resuena, ya en sus últimos acordes, la Marcha del Paso.
La noche del Viernes tienen lugar dos de las procesiones más concurridas: la del Santo Entierro o "de los hombres" y la de La Soledad o "de las mujeres", ambas en completo silencio.
Por fin el Domingo de Resurrección el Cristo de la Custodia preside la procesión en torno al atrio de la iglesia parroquial. La mención más antigua de estas fiestas religiosas en la Villa data de 1630, refiriéndose a la procesión de Jueves Santo. Precisamente este día y hasta llegar al Sábado de Resurrección, comienzan a sonar otros elementos imprescindibles en la Semana Santa eumesa: las carracas. Estos instrumentos de percusión fueron instalados en una de las torres de la iglesia parroquial en 1765, tras la reconstrucción del Arzobispo Rajoy.
( De la web: www.pontedeumeturismo.es/fiestas/fiestasreligiosas.htm)
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